...llega un momento en la vida de todo mandril en la que se plantea las preguntas fundamentales de la vida y la existencia "quién soy", "de dónde vengo", "a dónde voy"...
El problema reside en la necesidad de contestar dichas preguntas, y la ausencia de respuestas, a lo que el madril puede reaccionar de diferentes maneras:
a/ suicidándose, práctica poco conocida (y algo mal vista) pero existente en dicha especie
b/ dándose a las drogas y las mandrilas
c/ metiéndose en una espiral de preguntas que hagan que el madril muera de inanición por su ansia de conocimiento
d/ que sufra una involución y se convierta enlo que todo mono debe ser, un macaco de pro, con sus "uaa" y sus atracones de piojos.
La última es la más popular, cuando un mandril se plantea las preguntas filosóficas, lo más corriente es que al cabo de un tiempo decida (inconscientemente) que su vida no tiene más sentido como ser pensante, y se dé a sus impulsos más animalmente naturales.
Pero... ¿y si el sentido dela vida fuese precisamente que no tiene sentido?, ¿puede ser el conocimiento el último arma de la selección natural para seleccionar a los individuos?, ¿tal vez es una estratagema del dios mandril para castigar a aquellos que osen entenderlo?... Creo que nunca podremos responder a estas cuestiones.
Queridos mandriles, la solución, evidentemente, sólo es una. Nunca os planteéis las preguntas básicas a las que la evolución nos avoca. En la ignorancia se vive más feliz.
FDO: una mandrila que se decidió por la respuesta B... pero cambió de idea